2.2-El Modelo Ptolemáico
El modelo Ptolemaico
Si buscamos el origen etimológico de la palabra planeta, encontraremos que proviene del griego πλανήτης ('planētēs' «vagabundo, errante»). ¿Por qué se les llamaba errantes a los planetas? No era sólo por el hecho de ser un tipo de “estrellas” las cuales en comparación con el resto parecían moverse, sino también porque además cualquier aficionado a la astronomía te sabrá explicar que no son una clase de movimientos que parezcan regulares a simple vista. Vemos por ejemplo como Júpiter traza una línea en el firmamento durante su trayectoria y al cabo de un tiempo… ¡Empieza a dar marcha atrás! Continúa hasta que para, y de repente vuelve otra vez y recupera la trayectoria anterior. ¿Cómo era esto posible? ¿Acaso no decía Aristóteles que los planetas giraban circularmente alrededor de la tierra?
Aristóteles salió del paso, explicando que esas irregularidades se debían a una clase de “efectos ópticos” provocados por nuestra situación en la tierra, y que en modo alguno debía contradecir su cosmología.
Aunque la ideología dominante en Occidente durante el renacimiento fuera la escolástica, la cosmología reinante era la de Ptolomeo, un astrónomo nacido en el año 100d.c, quien queriendo acabar con la inseguridad Aristotélica sobre el movimiento de los planetas, se propuso reformarla e introduzco la idea del epiciclo. Los planetas ya no se movían de forma circular sino que hacían epiciclos. Es decir, los planetas se mueven circularmente sobre un centro, a la vez que este centro se mueve circularmente alrededor de la tierra. ¡Imaginaos las tazas de té que giran en los parques de atracciones!
Ejemplo de epiciclo
Usando las matemáticas y una profunda observación de los cielos, Ptolomeo salió del paso y creó un modelo geocéntrico con la tierra en el centro del universo y todos los planetas describiendo epiciclos alrededor de ella, como veréis en la siguiente imagen.
El modelo Ptolemaico, fue aceptado por los escolásticos, como una pequeña mejora del modelo Aristotélico, y era el que se enseñaba en todas las escuelas y universidades de la Edad Media.