1.1-Antigua Grecia y la Cultura de la Investigación
Siempre que oímos hablar de la Antigua Grecia, nos viene a la mente una tierra de espíritus elevados. Desde grandes filósofos y pensadores hasta poderosos conquistadores. Ricas y prósperas ciudades para su época que ya habrían deseado tener otras civilizaciones.
¿Cuál pudo ser el motivo? Indagando un poco podremos comprobar cómo el 80% de la economía griega se basaba en la agricultura. Se plantaban cereales, olivos y viñas. Pese a ello, debido a las restricciones naturales de la zona, la producción comenzaba a no ser suficiente para satisfacer la demanda. No fue hasta que no empezó el comercio marítimo con pueblos orientales donde se importaba grano, papiro, especias, madera, metales y se exportaban vino, cerámicas y aceite de oliva cuando la economía griega empezó a crecer. Daniel Jew, por ejemplo, calcula que cerca de la mitad de la riqueza generada en la Atenas del siglo IV a. C. debía proceder de los beneficios del comercio (https://es.wikipedia.org/wiki/Econom%C3%ADa_en_la_Antigua_Grecia).
De https://www.sofiaoriginals.com/dic527micenas.htm
Fue precisamente de estas relaciones con la cultura oriental donde obtuvieron de doctrinas hebraicas, egipcias, babilónicas e indias no sólo grandes conocimientos matemáticos y descubrimientos de índole científica sino también sus concepciones filosóficas más personales.
Lo que diferenció a la Antigua Grecia del resto de civilizaciones contemporáneas fue el uso que se le dio al conocimiento. El propio Platón contrapone el espíritu científico de los griegos al afán de lucro, propio de egipcios y fenicios; y así excluye del modo más claro la posibilidad de que en las concepciones de esos pueblos se haya podido o se pueda hallar inspiración para la filosofía.
La geometría habría nacido en Egipto a causa de la necesidad de medir la tierra y distribuirla entre sus propietarios después de las periódicas inundaciones del Nilo. La astronomía habría surgido entre los babilonios y la aritmética también en Egipto. Pero los babilonios cultivaban la astronomía como consecuencia de sus creencias astrológicas, o sea a fin de poder predecir el destino de los hombres; y la geometría y la aritmética conservaron entre los egipcios su carácter práctico, completamente distinto del especulativo y científico de que estas doctrinas se revistieron entre los griegos. De ahí que pese a toda la cultura importada, ello no arrebata a los griegos el mérito de su originalidad.
La sabiduría oriental era esencialmente religiosa. El único fundamento de la sabiduría oriental era la tradición. La filosofía griega es por el contrario, investigación. Nace de un acto fundamental de libertad frente a la tradición, las costumbres y cualquier creencia aceptada como tal. Su fundamento consiste en que el hombre no posee la sabiduría sino que debe buscarla: no es sofía sino filosofía. Amor a la sabiduría. Indagación directa para rastrear la verdad más allá de las costumbres, de las tradiciones y de las apariencias.
Por supuesto la Antigua Grecia también tenía una importantísima cultura y tradición religiosa pero que llegó a perder poder en algunas grandes ciudades en las que se implantó la libertad religiosa. Y fue en esas ciudades donde empezaron a surgir diferentes escuelas de pensamiento de carácter filosófico/religioso, quienes buscaban encontrar la verdad mediante el uso de la razón. No es de extrañar que en una cultura donde se valoraba la importancia de la razón como método para alcanzar verdades y con ello a Dios, no sintieran fascinación por la exactitud, la elegancia y la precisión de las matemáticas como método infalible para lograr su cometido. Resultado de ello fue la famosa escuela pitagórica, quienes creían que todas las cosas son, en esencia, números.