2.-¿Qué es el neoliberalismo?
Si algún día entráis en algún foro ultraneoliberal y ultracapitalista como éste -porqué observando como piensan los extremistas se entienden muchas cosas-, les escucharéis repitiendo constantemente ¡Libertad!¡Libertad! ¡Mucha más libertad! -de ahí lo de liberal-. Y para ellos sin capitalismo no puede existir la libertad. ¿Y qué es en realidad eso del capitalismo? El capitalismo sería el nombre dado al sistema cultural y económico que fue formándose progresivamente y nació tras la revolución del pensamiento liberal sobre el siglo XVIII. La Revolución Francesa está considerada como una revolución liberal por ejemplo. El sistema buscaba poner los valores del individuo en el centro de la vida política; condenaba cualquier actuación del gobierno que pudiera afectar a la libertad o propiedad de cualquier individuo con la excepción de que dicho individuo esté afectando con sus acciones contra la libertad o propiedad de otros individuos.
Por supuesto, cuando hablo de capitalismo, no hablo de capitalismo puro a diferéncia de los del foro, algo que de hecho nadie sabe exactamente qué significa porqué no existe realmente ningún acuerdo sobre que es significa ser un liberal de verdad. Hay quien diría que los anarcocapitalistas cumplen la definición al extremo. El neoliberalismo es la filosofía que implica sencillamente lo siguiente: Todos somos libres de hacer lo que queramos, mientras que mi libertad no invada a la tuya. Aquí un video que resume bastante bien lo que sería la ideología liberal/anarcocapitalista. De hecho a unos u a otros se les llama neoliberales pero ellos detestan ese nombre puesto que su filosofía no difiere en absoluto con la del liberalismo clásico.
Por supuesto, esta frase tan bonita y con la que todo el mundo estaría de acuerdo implica desacuerdos y debates en muchos aspectos con lo que no todos los liberales opinan igual. Se ha llegado al punto de utilizar el término ‘neoliberal’ para designar a personas malvadas que comen niños por las noches cuando realmente no se trata de ninguna filosofía en mi opinión concreta del todo.
Intervención o No Intervención e ahí la Cuestión
¿Pero qué relación guarda el liberalismo con la Economía? A lo largo de la historia las filosofías más enfrentadas del ámbito económico fueron: el keynesianismo y el liberalismo. ¿La diferencia? Los keynesianos más radicales suelen estar más del lado de defender la actuación del gobierno sobre los mercados alegando que existen disparidad de situaciones en las que se comporta de manera ineficiente, mientras los liberales más radicales buscan la intervención mínima del gobierno en los mercados, alegando no sólo que los altos impuestos -necesarios para las políticas keynesianas- alteran y distorsionan su funcionamiento, sino que además las posibles ineficiencias que puedan darse en el mercado no son nada comparadas a las que ofrecería la actuación del gobierno en él creando a la larga más pobreza que la que intentaba solucionar.
Keynes era un economista qué alegaba que en épocas de crisis, el gobierno debía realizar gasto público para estimular la demanda y con ello revitalizar el consumo puesto que lo consideraba un importante combustible de la economía. Los liberales por otra parte, consideraban que el motor del crecimiento económico venía más impulsado por el ahorro de las clases medias y temían que las medidas de gasto público por parte del gobierno crease una subida de precios en el conjunto de la economía (inflación) que no sólo acabase con los ahorros, sino que además generase inesperadas burbujas. Dejo aquí un divertido video de rap en el que existe un breve resumen sobre los puntos de vista hablados, Keynes como representante de la filosofía económica keynesiana y Hayek del liberalismo.
Por supuesto, los 'keynesianos radicales' -si es que se les puede llamar keynesianos a aquellos que desean el socialismo (en el sentido clásico del término) o la intervención máxima-, son minoría intelectual al igual que los liberales radicales -hablando al menos, desde el mundillo científico-económico, descartando por supuesto a sociólogos, filósofos, periodistas y demás profesores de Ciencias Políticas-. El propio Keynes era un economista a favor del libre mercado, que tras la Gran Depresión bajo el miedo y el temor de que alguna dictadura asolara los países libres se puso manos a la obra a estudiar modos en los que el gobierno podría ayudar al país en esas situaciones y a la larga evitar que volvieran a producirse. La mayoría de economistas aceptan que el sistema de mercado (capitalismo si queréis) ha sido sin duda el sistema económico que más ha hecho por la pobreza en el mundo jamás -el motivo por el que os suena rara esta afirmación es simplemente por la idea que se tiene en la calle de 'capitalismo' de la que se tiene realmente en el ámbito académico-. Algunos economistas tendrán opiniones keynesianas o intervencionistas para determinados mercados, y opiniones liberales para otros. ¡Porqué pese a todo reconocen de sobra que el mercado no es perfecto! Y eso hasta el liberal más radical lo sabe -bueno, el más radical puede que no-.
Al final muchas de las discusiones económicas se acaban resumiendo, -no solo por cuestiones morales (que también)- en el equilibrio entre los que defienden la regulación estatal y los que la atacan. Unos se dedican a aportar datos e información que pruebe que un determinado sector o mercado que tiene problemas -como podría ser el financiero- podría funcionar mejor gracias a la intervención del Estado mientras otros se dedicarán más a buscarle los problemas a las intervenciones existentes, ya sea para cambiarlas o directamente proponer eliminarlas.
El problema, es cuando los motivos que llevan a un keynesiano radical a regular, tienen sesgo y estén tan fuertemente inspirados por un ideal marxista que les lleve a una desconfianza tan inmensa en los mercados que digan sí a la regulación siempre -cuando conocemos de sobra qué no todas las regulaciones son buenas-, del mismo modo que un liberal absorbido por su extrema utopía anarquista de un mundo sin gobiernos, o como dicen ellos reducidos a su mínima expresión, les pueda no llevar a aceptar que existan formas en las que el gobierno pueda ayudar sin crear catástrofes o apocalipsis.
Lo ideal sería, que a la hora de discutir economía los economistas dejaran sus ideales a un lado y trabajaran conjuntamente reconociendo aquellas situaciones en las que el mercado lo hace bien y la regulación estatal sólo podría empeorar las cosas, y aquellas en las que la regulación se vea evidente. Sin embargo, tengan la ideologia que tengan, en su competición por aprender los liberales han aportado cosas útiles denunciando aquellas situaciones en las que la regulación era mala y eliminarla pudo mejorar la situación, como los keynesianos buscándole constantemente problemas al mercado.
Aquellos neoliberales comeniños más malvados que podáis imaginar, de hecho aceptan la actuación del gobierno en muchísimas áreas que la mayoria de periodistas no imaginan como por ejemplo a la hora de asegurar sanidad y educación a las personas. ¿Sorprendido? ¿Cuántas veces has oído por los medios que los neoliberales quieren privatizar la educación y la sanidad? Y es verdad ¿No implica eso que habrá gente que jamás recibirá atención o educación? No necesariamente, lo hablaremos más adelante.
Pensemos la Democracia
Los medios son peligrosísimos contra la capacidad de desarrollar un pensamiento propio, y aquellas personas que más los atacan deberían replantearse más a menudo la veracidad de los otros medios mediante los cuales se nutren. En un mundo libre, con libertad de expresión, y con una herramienta tan poderosa como internet, nos damos cuenta también de peligros que acechan al propio ser humano sin él mismo darse cuenta. Y es el hecho de que es más fácil engañar a una persona, que convencerla de que ha sido engañada -no recuerdo a quién se lo escuché decir, pero me gustó-. Y la gente muchas veces quiere ser engañada.
De hecho, no creo que la mayoría de los medios que dicen tonterías y absurdidades económicas sean manipuladores a propósito. Son simplemente redactados por personas que no tienen ni la formación ni los conocimientos necesarios para tratar de hablar con propiedad sobre determinados temas. No me hizo falta aprender mucho de física hará un par de años para no parar continuamente de encontrar inmensos disparates científicos allá donde ojeaba la sección de Ciencia... qué menos en la de Economía.
Existe en la naturaleza de gran parte del ser humano un sentimiento de justicia que debe ser desarrollado. Las personas que no han alimentado suficiente en ellas mismas la habilidad de dudar suelen caer emocionalmente siempre dejándose llevar por la opinión del colectivo religioso en el que se encuentren más afines (derecha=izquierda=religión) y que como toda religión (o casi todas) requiere un enemigo para poder existir y poder mantener unido al colectivo. Es la idea de tener un enemigo común lo que une a las personas con más fuerza entorno a una idea. También el amor, pero el colectivo no podría sobrevivir como colectivo alimentándose solo de amor siempre debe buscar brujas y chivos expiatorios que quemar. ¡Incluso las personas más hippies, más adorables y más encantadoras que he conocido jamás en mi vida que no harían daño ni a una mosca, comparten entre todos un desprecio común contra "el gobierno masónico en la sombra", las vacunas, los chemtrails, los transgénicos y demás conspiranoias. Es el deseo de descargar todas sus frustraciones contra un culpable. Lo necesitan aunque tengan que inventárselo. Odiar algo con todas sus fuerzas.
Eran siempre, en las épocas de hambre y escasez cuando más 'brujas' se quemaban alegando que habían sido las causantes de la esterilidad en los campos, y por lo tanto ellas eran la consecuencia directa de todos sus males. Si hay algo que ha diferenciado al filósofo del resto de las masas a lo largo de la historia, es por su capacidad de ser juez. Y lo más importante: hacer ver a las personas que están tratando de enviar a la horca a alguien que puede no ser culpable de la situación. A veces lo conseguían… otras veces se iban a la horca junto con el acusado.
Y es por qué te considero de los míos querido/a lector/a, por lo que me tomo la molestia de querer anteponer el sentido común por encima de la voz de la opinión mayoritaria o la de cualquier famoso intelectual (que no son personas tan inteligentes como nos quieren hacer creer…). Y me he enrollado todo esto para traer un tema en debate el cual considero que está demasiado olvidado. Tanto, que la mayoría de gente ni se lo plantea. ¡El libre mercado y el neoliberalismo son malos y punto! ¿Cómo no van a ser malos si nos ha metido en ésta horrible crisis que estamos padeciendo? Pero… ¿y si resultara que el capitalismo es algo diferente a lo que imaginamos y nos hayamos dejado llevar todos por una idea equivocada de él? ¿Y si en realidad algunos de los peores males de las crisis pudieran haberse debido no a él, sino a su ausencia tal y como muchos de sus defensores opinan? ¿Es el liberalismo una ideología a favor de los ricos o de los pobres?
A ver, el liberalismo en su máxima definición es una filosofía que no debería estar ni a favor ni en contra de nadie. Excepto si eres: un ladrón, un asesino o un estafador. Sin embargo, es ahí donde podría radicar el principal inconveniente del liberalismo extremo. En el mundo existen personas con más dinero, y personas con menos. Aunque vivamos, en un mundo libre, la libertad de aquellos que tienen menos dinero y no pudieran pagarse unos estudios o una sanidad están condenados a ser esclavos de su propia situación (a no ser que determinadas personas de la sociedad decidan de forma solidaria ayudar a esa gente creando escuelas comunitarias o hospitales para pobres, que es lo que defienden los liberales más radicales que ocurriría).
Debido al mismo principio liberal del que hemos hablado antes, el hecho de obligar a los que tienen más a pagar impuestos bajo amenaza de meterles en la cárcel para ayudar a los más desfavorecidos lo consideran contrario a una filosofía que llevan a rajatabla. Puesto que consideran que la solidaridad si no es voluntaria no es solidaridad, es coacción impuesta por un gobierno dictatorial que ataca a la libertad individual de las personas.
Sin embargo, resulta que el mundo mágico liberal de pura solidaridad parece lamentablemente no darse mucho. Resulta que los profesores quieren que se les pague un sueldo por dar clase, no quieren hacerlo gratis, con lo que cuando la gente habla de que quiere una educación gratis, eso solo ocurrirá cuando a los profesores les apetezca enseñar por amor al arte. Lo mismo con la sanidad, el día que los médicos decidan curar a personas sin cobrarlas podremos entonces hablar de sanidad gratis. Hasta ese día todo se tiene que pagar.
Visto esto, nos damos cuenta de que uno de los principales problemas que puede tener la libertad es el hecho de que vivamos en un mundo donde parece ser que hay más egoístas que solidarios. Por lo tanto, lo que indirectamente afirman todos los contrarios al capitalismo es, que hace falta un gobierno que de algún modo imponga con más y más leyes a sus ciudadanos, aquello que el Estado considera “solidario”. Inevitablemente implica darle mucho poder a una atroz burocracia. Fíjate en la ironía… no nos gusta el capitalismo, porqué el ser humano en libertad es egoísta y queremos que otros seres humanos “mágicos” que a diferencia del resto no son egoístas nos gobiernen y decidan con que leyes controlarnos.
Alguien diría, ¡no hombre! ¡Serían elegidos democráticamente! Date cuenta, que continúan siendo muchos hombres egoístas escogiendo. Como decía Stuart Mill, el liberal es una clase de persona que se ha tirado la historia entera de la humanidad luchando contra las dictaduras, las monarquías y todo régimen opresor, para, finalmente en la época actual, enfrentarse a su peor enemigo: La democracia. O lo que podría llegar a ser: la dictadura de los que son más. La dictadura de todos, sobre cada uno de nosotros.
Si la mayoría decide que los gays deben ser fusilados y/o enviados a la cárcel, así será (no me sorprendería que se haya dado el caso). Y aunque esté poniendo ejemplos extremos, no olvides que a Hitler lo votaron los alemanes.
Es por eso, por lo que existe una Constitución, y tan importante es en toda democracia. Poner un límite a la actuación de los gobiernos, implica poner un límite a lo que la mayoría desearía cuando aquello ataque a la libertad individual de cualquier humano.
Pese a todo, no quiero parecer negativo. El ser humano es egoísta tan solo en apariencia. El ser humano es realmente un ser maravilloso y mucho más generoso de lo que somos capaces de imaginarnos. ¿Entonces por qué opino que no funciona el llamado socialismo utópico? Tarde o temprano, toda sociedad necesita leyes, y si buscamos crear una sociedad solidaria o "correctamente moral", se acabarán imponiendo leyes que traten de forzar el socialismo utópico en el que todos colaboran y comparten voluntariamente, con la diferéncia de que jamás será realmente algo voluntario. Por otro lado, éticamente estoy en contra de que se tenga que legislar la moralidad porqué ello no ayuda a nada. Si el dueño de un bar, decide no dejar entrar a negros o homosexuales en su bar ¿Debería ser castigado por el gobierno? ¿Qué cambia eso sino radicalizar más su conducta? La solución es el boicot, y eso es algo social. Algo hecho en libertad por las personas que decidirán voluntariamente dejar de acceder a ese bar, obligándole a cerrar. Eso es algo mucho mejor de lo que enorgullecerse. Una sociedad ética que ha decidido serlo en libertad.
Por otro lado, no creas que opine realmente que el socialismo utópico no funciona, o no ha funcionado… siempre. De hecho, las tribus se comportan de una forma realmente socialista ya que todos conocen a todos, y cada uno conoce las necesidades y las capacidades de sus compañeros y que nivel de exigencia necesita cada. Pero en una inmensa ciudad donde nadie conoce a nadie, y probablemente las relaciones que estableces con una persona en un día, no volverás a verla quizás nunca más en tu vida, se vuelve inevitable la creación de un mundo de relaciones impersonales que al nostálgico de la tribu haría llorar de pena al sentirse tan aislado, pero que a la vez abre un abanico inmenso de posibilidades para poder colaborar con otras personas de un modo que nunca antes habrías hecho.
De hecho, el mundo de la tribu no es perfecto. Dentro de esa tribu, se crea un sentimiento de familia del que no ha podido nunca ni siquiera aún desprenderse la humanidad, y que se ve reflejado en las patrias, religiones, equipos de futbol y todo aquello que nos haga sentirnos parte de algo. La fría ciudad aísla a los individuos, lo cual para muchos es una desgracia y buscan su propia familia en tribus urbanas o ideologías con todo lo que ello siempre ha comportado: El odio al diferente; dogmas; rechazo a cualquier forma diferente de pensamiento más aún si es contra la que se combate y, ausencia pura de individualidad siendo testigos mudos de la entrega de aquellos valores más importantes que componen nuestra vida y que son los que nos hacen más humanos como nuestra propia capacidad de reflexión creativa en manos del colectivo.
Paz y mercado
Para otros la fría ciudad sin embargo, pudo significar la libertad y la autorrealización. Y en ella descubrir a otras personas que estarán dispuestos a ayudarles a lograr sus fines y deseos simplemente pidiendo algo a cambio. Porqué así es como nos comportamos normalmente los seres humanos cuando no nos conocemos entre nosotros. Hacemos uso del trueque.
Cuando dos personas hacen un trueque, es porqué ambas opinan que están cambiando algo de menos valor por algo de más valor. Pero como el valor de algo es subjetivo, ¡Ambos acaban en realidad saliendo ganando! Es un intercambio que se ha realizado en libertad y en consentimiento por las dos partes. Yo de pequeño cambiaba en el patio del colegio, cromos que tenía repetidos, con otros niños que tenían repetidos algunos que a mí me faltaban… ¡Qué gran ejemplo de mercado realmente eficiente era el intercambio de cromos del patio del colegio! Todos salíamos beneficiados de aquellos intercambios. Podría alguien objetar que estábamos siendo insolidarios, porqué no regalábamos los cromos que teníamos repetidos a aquellos que les faltaban a no ser que ellos tuvieran algo interesante que ofrecernos a cambio, y es cierto. Pero también es verdad, que fui testigo de ver como aquellos niños y niñas que se llevaban mal, al entrar en el mercado de cromos, decidían dejar de lado sus roces y diferéncias para participar en una pacífica actividad ya que sabían qué todos podían salir ganando.
Todas estas personas que parecen odiar el mercado y las relaciones impersonales que se dan entre las personas del mundo parecen olvidar un importante detalle: las personas somos diferentes. Vivimos en un mundo rico y diverso en opiniones, en gustos, en preferencias… tanto, que lamentablemente queda mucho para que todos acabemos llevándonos bien de verdad. ¡Sin embargo! A la hora de participar en el mercado, ¡Colaboramos cientos de miles de personas de forma egoísta, pero beneficiándonos mutuamente de un modo que ninguna solidaridad voluntaria podría haber imaginado nunca jamás! Islamistas y cristianos, fachas y socialistas, liberales y comunistas, fans del reggaetón con heavies… Todos ellos gracias al mercado trabajan conjuntamente y se benefician de un modo que lamentablemente muy pocas veces son conscientes -sí, el enlace es un video de Milton Friedman y si has leído alguna vez a Naomi Klein, puede que hayas desarrollado el venenoso hábito de juzgar a una persona solo por lo que otros te cuentan de ella. Así que te invito a que lo conozcas mejor y te comportes de una puñetera vez como una persona madura de verdad dejando a un lado tus posibles prejuicios-.
Es por ello por lo qué es tan importante aprender de Economía. Subir a la montaña para observar la actividad humana desde arriba aquello que desde abajo muchas veces no se ve. Nuestras propias células, son seres que comportándose de forma egoísta acaban creando una inmensa estructura de colaboración las cuales no son ni siquiera conscientes de formar parte de ella… Lo mismo nos ocurre. Y equivocadamente, llegamos a creer que la razón de unos pocos sabios, serían capaces de crear un orden mejor al que crea el propio ser humano en libertad.