4.-El mercado laboral
¿Por qué un camarero cobra menos que un ingeniero? ¿Explota Google a sus trabajadores? ¿Por qué unos tanto y otros tan poco?
¿Por qué el agua es más barata que los diamantes? Aunque parezca mentira, la explicación viene íntimamente ligada a este ejemplo. Cuando un bien es abundante, la gente está poco dispuesta a pagar mucho por él. Y agua en el mundo hay muchísima y por eso es tan barata. Es esa la misma razón, por la que si se imprimiera dinero por cualquier motivo, al entrar éste en circulación acabaría haciendo que los precios de todo subieran. Al haber más billetes en circulación, su valor disminuye.
Pues bien, cuando un trabajo está muy mal pagado, nos encontramos ante una señal de mercado, que nos avisa que hay una excesiva oferta de ese puesto de trabajo. Es decir, hay demasiada gente que quiere trabajar por ejemplo de camarero, y habiendo como hay lugares de trabajo limitados, aquellos que necesitan el dinero con más urgencia están dispuestos a cobrar menos con tal de conseguir el puesto.
A mucha gente le parece horroroso que haya personas cobrando por tan poco y es normal. La pregunta es, ¿Que podemos hacer? ¡Ya está! Exijamos un salario mínimo. Hagamos por ley que sea casi imposible despedir a los trabajadores. Limitemos su jornada laboral. Obliguemos a los empresarios a darles vacaciones…
Todo esto lleva a situaciones que a primera vista no son vistas fácilmente. Voy a poner un ejemplo que me afectó personalmente y creo que puede ayudar a comprender:
Existen colectivos que se encargan de defender los derechos de los músicos y de los artistas, una especie de digamos sindicato de músicos. El hecho, es que se quejan de que a los músicos se les pague realmente mal, y tienen grupos de facebook haciendo constante crítica social sobre la situación que tienen como músicos que no les llega ni siquiera para comer.
¿Deberíamos proteger los derechos de estos músicos y artistas? ¿Deberíamos obligar a los dueños de bares, discotecas, salas musicales a pagar un salario justo a los músicos? Date cuenta, que lo que están pidiendo precisamente es un salario mínimo. La otra cara de la moneda, es cuando descubres que los músicos mismos que participan en estos sindicatos no son tontos y conocen perfectamente el motivo por el que se les paga tan poco… y es lo que llaman intrusismo profesional.
Difundían de hecho una imagen por sus páginas webs que decía lo siguiente: TÚ, MÚSICO AMATEUR! TÚ QUE TOCAS A CAMBIO DE UNA CERVEZA TE ESTÁS CARGANDO EL PANORAMA. LOS HAY QUE NECESITAMOS MÁS QUE CERVEZA PARA SOBREVIVIR.
En sus páginas webs, critican también la moda de las jams sessions. Las jams son conciertos en los que cualquier persona que se traiga un instrumento, está invitada a subirse a tocar con otros desconocidos a cambio de una cerveza por parte de la casa. Las jams han aflorado muchísimo estos últimos años por Barcelona, porqué les sale barato a los dueños de los bares y no tienen que contratar a músicos profesionales. Tan solo crear un lugar de reunión entre gente que les apetece tocar y conocer a gente nueva. Y eso para los músicos profesionales ha significado la ruina.
Músicos tocando sin licencia... Instrusismo profesional puro.
Es irónico, como estas personas que hablan de que los músicos que tocamos por poco nos estamos cargando el panorama, en realidad están buscando lo contrario. Implantar un salario mínimo a la hora de contratar a músicos podría implicar considerablemente la destrucción del panorama musical. Atacando a la libertad de muchas personas, a las que les gustaría poder vivir la experiencia de poder tocar en algún bar o sala musical y darse a conocer precisamente como empezaron la más inmensa mayoría de grandes músicos, y haciendo que a los empresarios no les merezca la pena contratar a músicos amateur. Contratarán con el salario mínimo, tan solo a músicos que demuestran tener experiencia en directo y que les podrán asegurar un mínimo de clientela. Muchos otros empresarios ni siquiera podrán permitírselo.
Volviendo al trabajo en general ¿Quiénes son los afectados del salario mínimo? Todos aquellos trabajadores con baja experiencia laboral. Lo que acaba concluyendo en un inmenso paro de jóvenes e inmigrantes. “No encuentro trabajo porqué no tengo experiencia, no tengo experiencia porqué no encuentro trabajo”. ¿Te suena quizás? Pero no solo el salario mínimo (que en el caso de España es tan bajo que los efectos sobre el paro no se deben a él casi), sino todas las normas “protectoras del trabajador” que pueden regir el mercado laboral, tales como el hecho de que a un empresario le cueste despedir a un trabajador más que divorciarse o unos altísimos costes en seguridad social, podrían acabar en ocasiones desembocando en los mismos resultados: paro, y mercado negro de trabajo. De ahí la necesidad de buscar mantener equilibrios.
El papel de las empresas
Hasta ahora hemos aprendido, que uno de los motivos por el que un oficio puede estar muy mal pagado, puede deberse al exceso de personas que saben realizar ese oficio. No es casualidad que los oficios peores pagados son aquellos precisamente para los que no se requiere tener ni la ESO.
Pero existiría un modo de conseguir que esa gente pudiera cobrar más. Y consiste en que aparezcan más empresarios. Si en una ciudad, existe un solo bar que contratará a 4 camareros y hay 50 camareros haciendo cola para poder trabajar allí, el dueño del bar escogerá a aquellos 4 que estén dispuestos a trabajar por menos. Pero si aparecen en la ciudad 30 bares más, de repente la escasez de camareros provocará el efecto contrario. ¡Los empresarios se pelearan por los camareros viéndose obligados a ofrecerles salarios más altos! Viviendo en un país donde las cargas burocráticas y los impuestos hacen de volverse autónomo y crear una pequeña empresa una tarea imposible, dificultarán la creación de nuevas empresas excepto solo para aquellas clases altas que pueden permitírselo. España es de Europa uno de los lugares que más difícil lo pone el gobierno para crear una empresa. Pero claro… aquí seguimos todos con la cantinela de que el empresario es malvado, de que el empresario es explotador. No nos preocupamos por aquellos que deciden ser sus propios jefes y deciden jugársela convirtiéndose en autónomos y formando parte de las olvidadas PYMES, que son realmente quienes mueven la economía del país.
Las burocracias mal organizadas por inmensos Estados que impiden a las personas ganarse la vida por sí mismas han provocado hambre allá donde el socialismo radical ha hecho aparición. Si queremos ayudar a las personas de verdad, no hemos de hacerlas esclavas de nuestra ayuda, consiste en procurarles las libertades para que puedan hacerse valer por sí mismas. Tanto dificultando la creación de empresas como una inmensa rigidez en el mercado laboral son factores que hacen que sea caro abrir un negocio. Un joven empresario que acaba de abrir su empresa, no tiene asegurado que vaya a cobrar absolutamente nada a final de mes, los empleados que contrata sí. Son parte de sus gastos de inversión que lógicamente tratará de economizar el máximo posible puesto que toda empresa conlleva riesgo y a nadie le gusta arruinarse. Exigir unos extremos derechos laborales provocará que muchas relaciones entre individuos que se habrían llevado en libertad acaben siendo frustradas.
Y éste es un punto importante con el que sí que estoy a favor del liberalismo como meta u objetivo utópico a alcanzar. Menos dárselas de gobierno Robin Hood populista mega chupi guay que roba a los malvados y asquerosos ricos para dárselo a los pobres mientras por otro lado asfixian el mercado con inmensos impuestos e infinitas leyes que para lo único que sirven es para impedir a las personas ganarse el pan por ellas mismas. ¡E ahí la dictadura perfecta! Crear un mundo de seres incapaces; de personas dependientes; gente sin sueños ni capacidades; hombres y mujeres rendidos a las bondades del gran político/dictador ideal que se alza triunfante ante las masas como una especie de "Salvador del pueblo" -cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia-.
Pensar que si no fuera por los sindicatos hoy estaríamos trabajando todos más de 12 horas diarias y por míseros sueldos es tener una pereza intelectual infinita para pararse dos segundos a tratar de comprender que es lo que significa que un país crezca económicamente. Si hubiéramos aplicado nuestras actuales leyes laborales hace 100 años, habríamos vuelto de cabeza a la edad media. No quiero con esto decir que los sindicatos sean o hayan sido inútiles. No todo se resume en dejar gente en el paro para otros cobrar más. Los trabajadores tienen todo el derecho del mundo a reunirse y defender sus intereses, y considero importantísimo su papel en avances relacionados por ejemplo con la seguridad laboral. Pero eso no quita que, sin ser aquella su intención ni habérselo nunca propuesto, en determinadas situaciones exigir una extrema protección laboral puede acabar desembocando en efectos no deseados sobre la libertad de las personas a la hora de querer ganarse la vida.
Dinamarca es un genial ejemplo de modelo a seguir en mi opinión. En lugar de plantearse soluciones extremas como un rígido mercado laboral o una desprotección total de los trabajadores, existe un modelo que asegura flexibilidad para las empresas a la hora de contratar y despedir trabajadores junto con uno de los mejores programas del mundo de apoyo y formación a desempleados que permite a los trabajadores recién despedidos relanzar sus carreras, es la llamada flexiseguridad laboral. Lo cual nos lleva directamente a otros dos hechos que han sido los que realmente se han encargado de la ardua tarea de mejorar las condiciones de los trabajadores.